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La próxima vez que hinques el tenedor en un filete de ternera, un buen bistec o una paletilla de oveja piensa que, tal vez, el trozo de carne que estás a punto de llevarte a la boca haya llegado a tu mesa tras una larga travesía oceánica. Eso es, por mar. A lo largo y ancho de los océanos se mueven buques cargados con contenedores de mercancías, petróleo, gas, automóviles, minerales, pesca… y ganado, incluidas vacas, ovejas, cabras y todo lo que necesitan para los viajes, como forraje.
Solo a lo largo de 2018 Australia exportó cerca de 1,14 millones de ovejas y 1,12 millones de cabezas de ganado bovino por mar, cifras que dan una idea clara de la intensidad de un tráfico que no resulta ajeno a los puertos españoles. En 2020, con la pandemia como telón de fondo, a través del puerto de Cartagena salieron unas 780.000 cabezas de ganado, un flujo exportador que se mantuvo en 2022.
Y si cada tráfico marítimo tiene su propio «buque rey», una embarcación que destaca por dimensiones y capacidad, el de ganado no supone la excepción. Desde hace años el Ocean Shearer brilla entre las embarcaciones destinadas al trasiego de animales gracias a su enorme capacidad, que le permite cargar ni más ni menos que con 20.000 reses bovinas, 75.000 ovejas o una combinación de ambas.
El mayor buque de su categoría
Su historia se remonta a la primavera de 2016, cuando Wellard Limited decidió reforzar su flota de transporte de ganado con un gran fichaje. Y tan grande.
Construido por COSCO Ship Yard en Dalian, China, el Ocean Shearer sobrepasaba incluso la que hasta entonces había sido la «joya de la corona» de Wellard, el Ocean Drover. Al diseñarlo sus responsables quisieron no solo ampliar su capacidad, sino también mejorar las condiciones del ganado a bordo, con una mayor ventilación, más agua dulce y espacio para el almacenamiento de forraje.
Solo unos meses después de salir de los muelles de Dalian el Ocean Shearer logró el visto bueno de las autoridades australianas y los permisos para el transporte de ganado, convirtiéndose —en palabras de sus propietarios— en «el mayor buque del mundo» construido específicamente para el transporte de ganado, un récord que hasta entonces había pertenecido a su hermano mayor, el Ocean Drover.
Bazas tenía para serlo, desde luego.
El buque presentaba una capacidad de carga de 23.500 metros cuadrados (m2), lo que le permitía transportar, en función del peso, 20.000 reses o 75.000 ovejas en un solo viaje con una autonomía de 18.000 millas. Su ficha técnica se completa con una eslora de algo más de 189 metros por 30 de manga, casi 9 de calado y 36.028 toneladas brutas. Todo un mega establo flotante.
Tirando de símiles, la cadena ABC explicaba durante su puesta de largo, en 2016, que el nuevo buque de Wellard medía casi tanto como dos campos de fútbol y visto a nivel del agua alcanzaba una altura de un edificio de ocho plantas. Toda una mole de los mares que había costado alrededor de 90 millones de dólares.
«El sistema de almacenamiento de forraje del buque contiene aproximadamente 3.000 toneladas», explicaban desde Wellard Limited, que reconocía que uno de sus grandes objetivos era rejuvenecer su flota de buques. Al fin y al cabo el nombre del nuevo navío no había sido casual. Al bautizarlo, sus responsables recuperaron el de una embarcación anterior, retirada en 2012. Así, luciendo el título de mayor establo flotante del mundo, el Ocean Shearer se encargó de emprender largos viajes por el mundo que le trajeron varias veces a Cádiz durante 2016.
No todos sus singladuras fueron por mar.
En 2019, solo unos años después de su estreno por todo lo alto, la ABC revelaba que Wellard Limited había alcanzado un acuerdo con la firma kuwaití Al Mawashi Limited, uno de los grandes exportadores de ovejas de Australia a Oriente Medio, para venderle el navío por cerca de 53 millones de dólares. Su objetivo: reforzar sus finanzas y ahorrarse de paso el coste de ocho millones de dólares que le acarreaba el Ocean Shearer cada año entre capital e intereses.
No mucho más tarde Al Mawashi lanzaba un comunicado presentando su nueva adquisición, el buque Al Kuwait, con el que confiaba en aumentar su capacidad de exportación de ganado en 8000.000 ovejas al año, incrementando así su capacidad hasta los dos millones de cabezas de ganado por ejercicio.
El buque —recalcaban los responsables de la firma kuwaití— destaca por sus dimensiones, pero también por una peculiaridad fundamental: se ha construido específicamente para servir de establo, a diferencia de otros que deben adaptarse. Hoy lo anuncia como un buque capaz de desplazar 80.000 ovejas y 15.000 reses.
Todo un establo flotante.
Un arca de Noé para ganado formato XXXL.
Imágenes: Bahnfrend (Wikipedia), Puerto de Cádiz y Al Mawashi
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